Discreto, trabajor y austero, asi era Antonio Fernández, fundador de Corona, quién murio el pasado 31 de agosto a los 98 años, dejando a los habitantes de su pueblo natal y a sus familiares prácticamente millonarios.
Fernández se encargó de que cada mibro de su familia recibiera un millonario porcentaje de su fortuna, variando según la cercanía y el «comportamiento» que desarrollaran a lo largo de su vida. Nadie quedó afuera pero los que estuvierón junto a él y lo acompañaron, se llevarón la mejor parte, estos incluidos familiares de México, España y Argentina.
Pero la sorpresa más grande fué un apartado del testamente en el cual donó alrededor de 200 millones de euros a los habitantes de su pueblo natal, Cereales de Condado, donde apenas vivien 80 personas.
Siendo el menor de 13 hermanos y proviniendo de una familia pobre, Fernández abandonó sus estudiospprque sus padres no podían pagarlos, comenzó a trabajar en el campo de cerezales. En 1949 , emigró a México donde fué invitado por un tío de su esposa a trabajar en el grupo Modelo, según el Diario de León.
Estando ahí, empezó a crecer gracias a su esfuerzo hasta tal punto que se convirtió en el CEO de la compañia y fué cuando creó la reconocida marca Corona, la cual se convertiría en una explosión de ventas en México y posteriormenteen el mundo entero.

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